domingo, 17 de mayo de 2009

El óbito

Detalle del óleo Manzanas de Alex Rivera

En una ocasión, cuando yo todavía era pasante de medicina, recién al haber iniciado mi guardia nocturna en el Servicio de Maternidad del Hospital, al hacer mi ronda de todas las pacientes en trabajo de parto, exploré a una señora multigesta, cuyo parto estaba próximo, pero que no era monitoreada con la frecuencia requerida en estos casos, como sí sucedía con las otras parturientas.

Ante esta situación, me dirigí al médico de base, responsable de su atención, para preguntarle el por qué esta paciente estaba siendo relegada. El doctor amablemente me contestó que no quedaba más que esperar a que el bebé naciera sin que la madre padeciera mayores problemas, ya que aquél era un óbito, es decir, un bebé sin vida.

Basada en mi exploración con el estetoscopio de pinar, pues en esos días todavía no era común el uso del ultrasonido, refuté al doctor diciéndole que el bebé estaba vivo. Por supuesto que el doctor se mantuvo en su diagnóstico y me respondió que eso no podía ser, que él estaba seguro de que se trataba de un óbito. Cabe hacer notar que este doctor siempre presumía de sus aciertos profesionales y de su vasta experiencia.

De cualquier modo, aunque no me correspondía hacerme cargo de esta paciente, decidí quedarme con ella para atenderla en su parto. Yo tenía la convicción de que el bebé estaba en condiciones de nacer mediante parto natural, lo que en efecto sucedió casi enseguida, tocándome recibir un bebé de un llanto muy fuerte, digno de un apgar de 10, que es la mayor valoración que puede darse a un recién nacido sano.

Justo en ese momento entra a la sala de expulsión el doctor del diagnóstico equivocado, quien, con una cara de sorpresa que no pudo disimular, escuchó que el “óbito” lloraba a todo pulmón. Por fortuna el doctor reconoció lo acertado de mi decisión y mi atrevimiento de pasante de medicina no tuvo mayores consecuencias.

1 comentario:

  1. Ja ja ja, muy buen post doctora; yo también soy médico y ese tipo de médicos que sienten que no tocan el suelo por sus conocimientos abundan. En una ocasión, (era yo interno)una multigesta estaba en trabajo de parto, llegó el médico ascrito, la vió y dijo, esta va para cesarea. A lo que le refuté, "doctor es multigesta y ya tiene 8 de dilatación y casi está borrado el cuello"; ni me miró el ascrito. Me dijo, llevala al quirófano y que la preparen, el producto está muy grande y no va a salir.
    Para no hacer el cuento largo, se preparó y toda la onda, y justo cuando el ascrito va a hacer la incisión, el producto es expulsado naturalmente. Ante la risa de enfermeras pediatras y demás personal del quirófano. El doctor se sonrojó y al día siguente llegó con un pastel por su error.
    Espero que se de una vuelta por mi blog; no escribo nada de medicina, ya es bastante con trabajar en ella, pero espero que algo le interese.
    Continuaré leyendola.
    Saludos. Ricardo Rodríguez Aquino.

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